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El perverso 6-7-8

Un blanco frecuentemente elegido por la oposición mediático-política es 6,7,8.  Cada vez que se dice que el grupo económico del diario de la corneta miente, monopoliza, tergiversa, conspira, sus defensores ponen el grito en el cielo. Dicen que enfrente hay un programa llamado 6,7,8 que también miente. Que persigue a los periodistas. Que es fascista. O que es estalinista. Que difama a la oposición. Que es una vergüenza, ya que 6,7,8 es un programa favorable al gobierno que es financiado por los impuestos “de todos nosotros”. Esta fue el argumento comunicado al periodismo por parte del jefe de gabinete del gobierno de la ciudad de Buenos Aires frente a la acusación del juez Ariel Lijo por la campaña sucia realizada en la ciudad de Buenos Aires1.

Comencemos diciendo que 6,7,8, es efectivamente un programa favorable a las políticas llevadas a cabo por los  dos últimos gobiernos oficiales.  No se escuda detrás de una falsa e inexistente objetividad. De manera que el televidente está debidamente prevenido cuando observa tal programa, sobre la opinión del conductor y sus panelistas.

Es muy importante tener en cuenta que el programa no es meramente de noticias. Es un programa de análisis, de informes, de discusión. Por esa misma naturaleza que tiene se puede estar de acuerdo o no. Pero decir que miente es falaz. Generalmente se hace eco de opiniones, dichos, declaraciones de periodistas y políticos. No hay nada de persecución en ese sentido. Carece de todo sentido lógico argumentar que se miente, difama o persigue cuando se retransmiten los dichos públicos de una persona también pública. De hecho, al ser un programa de discusión, no hay un discurso homogéneo, no son pocas las veces que los integrantes polemizan entre sí y hasta objetan los informes que realiza la producción. Existe un nivel de intercambio de ideas ausente en la mayoría de los programas que se dedican a la política. ¿Será que en general es criticado por quienes ven sus intereses afectados o por quienes nunca lo han visto?

Sucede que hasta hace poco los periodistas parecían pertenecer a una clase sacerdotal, intocable, inerrante, e inmaculada. Se suponía que si estaba impreso en el diario, lo decía la televisión o la radio era verdad. Los periodistas eran intermediarios totalmente neutrales, inocuos, asépticos de la realidad. Uno abría el gran diario argentino, y esa era “la verdad”, “la realidad”.

Esa era una concepción cuasi-religiosa del periodismo. La ciudadanía se sometía durante las mañanas a un momento devocional, en el cual los oráculos le decían cuál es el sentido común, cuál es la normalidad, cuales son los peligros que lo acechan, y hasta como tenían que vestirse de acuerdo a la situación meteorológica. Todo esto en general envuelto en un tono cataclísmisco. Hoy sabemos (o más bien recordamos) que por más profesional que fuere un periodista, es una persona que como todos nosotros, tiene opinión propia, tiene preferencias, tiene prejuicios, qué tanto: es un ser humano. Pero hay algo mucho más importante que hoy sabemos: el periodista trabaja para una empresa. Y una empresa persigue el aumento de las ganancias. El periodista además, está inmerso en una cultura empresarial de la cual es muy difícil contradecir (sea por necesidad de subsistencia o meramente por connivencia).

Es importante recordar una vez más, que en una sociedad capitalista, y mucho más aun, luego de la caída de la URSS, los grupos económicos – en particular aquellos relacionados con el manejo de la información – tienen tanto o más poder que los estados nacionales. Como apenas un ejemplo de esto dicho, considerar la enorme News Corporation2.

Hoy entendemos que detrás de una noticia puede haber un interés. El interés por obtener más poder, porque cuando se obtiene más poder, cuando se obtienen privilegios del estado, la rentabilidad del grupo económico es mayor. De esta manera las corporaciones del poder económico pueden vehiculizar mediáticamente lo que la sociedad debe escuchar para que ellas puedan incrementar sus utilidades y formarse además una opinión positiva de aquellas. Así, cada día ellos pueden comunicarle a sus lectores, oyentes y televidentes cual es el “sentido común”, cual es la “normalidad”. Pueden decir: “Eso que nos dicen desde el gobierno nacional, no atacan nuestra posición oligopólico, no señor, es contra Uds y por lo tanto deben defendernos. “ En nombre de una libertad de prensa nunca cercenada, nos dicen que defendamos su posición privilegiada en el mercado. Obviamente esto último nunca lo expresan abiertamente.

Retornando otra vez a “6,7,8″ si yo fuera un comunicador y me alegrara públicamente por la viudez de la presidenta o revindicara la dictadura militar, o dijera que el monopolio mediático es la “víctima” y posteriormente me enojara, ridiculizara o peor aun acusara al mensajero de mentiroso, o bien tendría mi salud mental afectada, o estaría mintiendo lisa, llana y descaradamente.

Que 6,7,8, es sesgado, sí, claro que lo es. Que sus informes tienen un estilo discutible puede ser. Todo programa de opinión lo es. Todos los programas, inclusive los “meramente ” informativos lo son. Escogen qué noticias decir y cuáles no. Escogen qué hecho resaltar y cuáles no. Escogen qué voces reproducir y a a cuáles bajar el volumen. Baste recordar como uno de los tantos ejemplos, cuando un periódico de supuesto perfil neutral, borró la imagen de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo de una foto. En efecto, 6,7,8 es mucho más sincero que otros programas, donde bajo una cáscara de objetividad le sirven en bandeja las preguntas a ciertos invitados a fin de que no tenga manera de “equivocarse”.

Con respecto al mentado asunto de “todos pagamos impuestos”. Suponiendo que todos fuéramos fiscalmente irreprochables. ¿Qué diremos entonces, por ejemplo, del gobierno de la ciudad que ha gastado una llamativa y gran cantidad de dinero de “nuestros impuestos y … (agregar toda la cantinela subsiguiente)” por la adquisición netbooks para las escuelas.3

Pero no sólo eso, todo programa político del canal que fuere, cuenta con auspiciantes. ¿O acaso los periodistas que responden al partido mediático opositor les cae maná del cielo? ¿ Y acaso los auspiciantes de aquellos le consultan a sus clientes acerca de qué programa político deberían apoyar?

Es cierto, se podrá argumentar que uno no vota a un auspiciante. Que uno elige pagar por algún producto o servicio del auspiciante X. En cambio, uno que no votó al FPV tiene que sufrir programas oficialistas como 6-7-8. De todas maneras dicho razonamiento es cuestionable, justamente si estoy pagando como cliente, por qué habría de tolerar que financien programas con los que coincido escasamente. Una objeción un poco más sólida diría que gobierno hay uno sólo por cuatro años, en cambio como cliente puedo escoger una empresa distinta en lugar de la auspiciante.

Concediendo esto último, hay un detalle que se omite: en primer lugar 6-7-8 ha invitado a unas cuentas personalidades identificadas con la oposición, entre ellos el más notorio ha sido Mario Vargas Llosa. Sin embargo, la única personalidad contraria al gobierno nacional que aceptó asistir en estos últimos tiempos fue Beatriz Sarlo.

Pero hay un elemento mucho más contundente que desde la oposición mediática se omite. De haberse aprobado acatado la ley de medios de comunicación audiovisual (¡es tan grande la influencia del oligopolio, que cometí el error de escribir que no había sido aprobado, cuando en efecto el congreso lo hizo, sucede que lamentablemente, el multimedio desconoce la ley 26.522!), perfectamente el canal 7 podría ser diferente, la oposición podría tener su cuota de espacio en el mismo y discutir la existencia, naturaleza y composición de un programa como 6,7,8 o crear otros alternativos.

Cito al respecto a Nicolás Lichtmaier que escribió un excelente artículo sobre la ley de medios:

El Canal 7 que vemos hoy es el Canal 7 de la vieja ley. El canal que permitió la actual organización de las cosas, conformándose su estructura de mando directamente entroncada en el poder ejecutivo. Eso, justamente, cambia con la ley. El gobierno se desprende de canal 7, que pasa a ser manejado por una empresa del estado, pero con mucha más independencia del gobierno. La oposición ahora tiene derecho (que todavía no ejerció) de participar de la dirección de los medios públicos.4

¿Pero es lo qué le importa a la oposición mediática: presentar voces alternativas, o más bien, escudándose en falsas pretensiones de libertad de prensa, mantener sus privilegios como corporación dominante, algo que han venido haciendo durante al menos por 35 años?

1 Noticia en La Nación (Un medio serio)

2Ver más al respecto en Wikipedia y en esta noticia de en la BBC  (Otro medio serio)

4Ver la sección Mitos sobre la ley en Ley de servicios de comunicación audiovisual y si tenés tiempo en el mismo sitio está el texto de la ley completa.

Alguna vez...

Y si alguna vez los porteños nos animamos a cambiar? A dejar de comprar espejitos… ahora de color amarillo.  Que podamos ganarle al miedo al egoísmo, a la apatía, a la vacuidad…

El pensamiento instantáneo


Recientemente leí un artículo1 de Jon “Maddog” Hall2 (Director Ejecutivo de Linux International3). La nota giraba alrededor del tema de la netiqueta, al cual “Maddog” arribó explicando hábilmente lo que el denomina “el factor de retardo” y “transmisión instantánea”.

¿Qué es el factor de retardo? Pues bien hagamos un viaje en el tiempo hacia el siglo XIX por lo menos . Los medios de comunicación y de transporte se desplazaban dificultosa y lentamente. Por lo tanto, en muchos aspectos la comunicación a mediana y larga distancia llevaba mucho más tiempo comparándolo con nuestros días.

 

Por ejemplo, una persona que hiciese un viaje de largas distancias, podría tener tiempo mientras escribía una carta, para construir, elaborar, descartar y rehacer sus pensamientos y formas en que los volcaba en el papel (o en el soporte físico que tuvieran a mano por esos tiempos). Y mientras el emisor esperaba la respuesta del receptor tendría probablemente tiempo para analizar acerca de lo que él mismo había comunicado. Tanto el emisor como el receptor contaban con ese factor de retardo.

Redes Sociales

La transmisión instantánea mediante el teléfono celular, el correo electrónico, la mensajería instantánea, y las redes sociales han aminorado ese factor.

Esto puede parecer en principio una obviedad, pero a veces lo evidente es lo primero que se pasa por alto. Sin embargo, omitirlo sería un error en cualquier discusión acerca de Facebook.

 

No es el asunto, tal vez, determinar si Facebook (se puede aplicar algo similar a Twitter4) es una herramienta “éticamente aceptable” o no. Quiero decir: no es preguntarse: ¿Está bien usar Facebook? sino la pregunta tal vez, que se deberíamos hacer es ¿Para qué es útil Facebook?

 

Este sitio web creado por Mark Zuckerberg ejerce una atracción notable, uno se sienta enfrente del teclado y ¡paf! vuelca todo eso tan importante se tiene que comunicar a su lista de amigos.

 

No se trata de menospreciar la masividad de Internet. De permitir que grandes fuentes de conocimiento sean accesible a todos. Por supuesto que no. De hecho estimo, mal que le pese a cierta clase sacerdotal del academicismo, que sitios como Wikipedia proporcionan una fuente de información de gran valor para el lego publicada bajo un sistema participativo5 y una licencia realmente democrática6.

 

Tampoco la cuestión está por analizar si el ser humano era en el pasado mejor moral y espiritualmente que el de la actualidad.

De lo contrario, se caen en las posturas reduccionistas de quienes esgrimen “que todo tiempo pasado fue mejor” , (y por ende no hay nada mejor y noble que la carta en papel) y entre aquellos que aceptan sin ningún sentido crítico todas las “herramientas” nuevas, no sea que los tilden de obscurantistas.

 

El problema tal vez sea que si uno se adapta a la herramienta como lo hace un líquido a su recipiente, pasa a ser un objeto utilizado por aquella, lo cual debería ser al revés.

Reducir el tiempo de retardo en la comunicación es en muchos escenarios beneficioso. Por ejemplo, se puede transferir un archivo de un punto al otro del planeta, con un tiempo de espera ínfimo. En muchos casos, la gran caída del factor de retardo puede salvar una vida.

 

Yendo a casos menos extremos, herramientas como Facebook permiten anunciar eventos culturales, sociales, noticias que los medios tradicionales ocultan o deforman etc. con cero costo e inmediata llegada. ¿Quién se podría oponer a eso? Solamente aquellos que consideren que o bien todo tiempo fue mejor o desestimen el uso de las nuevas maneras en que se muestra la tecnología o quienes tengan interés en conservar algún tipo de poder.

 

Pero Facebook asimismo (o cualquier red social de internet), elimina durante un debate el contacto cara a cara, poder ver los ojos y escuchar la voz y el tono del otro. Es así que muchas veces se le confiere más importancia al mensaje que al receptor del mismo. Me pregunto una vez más si eso ayuda a mejorar el desarrollo de una polémica por interesante que fuere.

 

No obstante, no olvidamos la discusión medular aquí (aunque el punto anterior es de gran importancia), por lo tanto los interrogantes cardinales son:

  • Cuando se quiere comunicar algo que tiene cierta profundidad: ¿Es beneficioso prescindir del factor de retardo?
  • ¿Es el factor de retardo un estorbo que la tecnología viene a eliminar mejorando el intercambio de opiniones? O bien, ¿Internet ha influido tan directa y provechosamente en nuestra capacidad intelectual – es decir las nuevas tecnologías no han salpicado de virtudes intelectuales que nuestros antepasados no tenían – que no vale la pena detenerse a evaluar lo que se quiere comunicar?
  • ¿Merece el mismo tiempo de respuesta, el comentario sobre un chiste, sobre la foto sacada con un amigo de la escuela primaria, hacer catarsis sobre alguna cuestión emocional, que la discusión de algún tema político, científico, teológico o filosófico?

 

La respuesta a tales preguntas tal vez nos ayude a determinar cuál es el real valor de Facebook y otras redes sociales similares.

 

1Linux Magazine Nº 125, pág. 87

2Jon “Maddog” Hall es miembro del directorio de varias empresas y organizaciones de tecnología.

3Linux International es una organización sin fines de lucro promueve el software libre.

4Twitter agrega un elemento en la comunicación: se trata de la cantidad máxima de caracteres permitidos en cada mensaje. La brevedad puede ser una gran virtud. Pero ¿puede cualquier reflexión reducirse a 140 caracteres?

5Puede leerse más al respecto aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Consenso

ftop: Herramienta para monitorear archivos

El programa ftop es similar en ciertos aspectos a lsof: muestra los archivos abiertos. Pero ftop los exhibe en una interfaz similar a la de top y además, proporciona información acerca de la velocidad en la transferencia de datos y estimación del tiempo. (Hacer clic en la imagen para ver un ejemplo de su funcionamiento).

ftop

Con ftop se puede saber además, el tipo de archivo abierto y el modo en que se accede (lectura, escritura, etc.)

ftop fue enpaquetado por el autor de este sitio para Fedora ;)

Sitio del proyecto

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Paquetes necesarios para escritorio:

gstreamer-plugins-ugly

gecko-mediaplayer

 

Secretos de ps

Bueno, no es para tanto, pero es un dato útil: a veces es difícil acordarse de memoria todas las columnas de ps, bien, para eso está la opción “–headers”, por ejemplo:

ps aux –headers

Probando Fedora 15 beta

Salió Fedora 15 beta, tiene un núcleo 2.6.38.2-9,  mucho más actualizado que su predecesora (que usa una versión de la línea 2.6.35). Esto que implica por ejemplo que el módulo ath9k_htc soporta la placa wireless TP-Link WN821N v3, la cual es económica y soporta la norma 802.11n.

Interesante para ir probando varias cosas, por ejemplo GNOME Shell y Gnome 3

Fedora 15 Beta

Y también se puede ver algo en este pequeño video:

Escritorio de Fedora 15 Beta

¿Todavía usando Windows? Bueno…. existe VLC, programa libre para ver videos…

Tuve que soportar algún que otro cuelgue en esta versión beta de Fedora, lo cual no es tan alarmante teniendo en cuanto que no está pensada todavía para producción. ¿Quedó claro que es beta?

La vigencia de Knoppix

La primera versión de Knoppix fue liberada en  . Su aparación marcó un hito importante, ya que fue una de las primeras distribuciones de Linux LiveCD que  mostraba un buen rendimiento. En la actualidad la mayoría de las distribuciones más importantes posee una versión Live. Por eso Knoppix ha caído en cierto olvido. A modo de reivindicación

Knoppix y TL-WN821N

Recientemente compré una placa wireless USB TL-WN812N v3. El tema de las versiones es muy importante ya que una diferencia en el numero de ellas puede implicar un cambio de chipset, que lo que sucede efectivamente con estos adaptadores de TP-Link.

Tanto Fedora 14 como Mandriva 2010.2 no soportan de manera predeterminada este adaptador.

Neutralidad...mmmm

“La imparcialidad es un pomposo nombre para la indeferencia, la cual es un elegante nombre de la ignorancia.” G. K. Chesterton

Si bien no se relaciona exactamente, esta cita me hace pensar en los esfuerzos que a veces se realizan  con el afán por ser equidistante, querer conformar, contrabalancear torpemente algo para que alguna parte no se ofenda, mostrarse políticamente correcto, alegando un “centrismo”, o sino también, estar al margen de las discusiones. Tal vez en muchos aspectos, la neutralidad no sea ese refugio inocente que parece ser…