El pensamiento instantáneo
Recientemente leí un artículo1 de Jon “Maddog” Hall2 (Director Ejecutivo de Linux International3). La nota giraba alrededor del tema de la netiqueta, al cual “Maddog” arribó explicando hábilmente lo que el denomina “el factor de retardo” y “transmisión instantánea”.
¿Qué es el factor de retardo? Pues bien hagamos un viaje en el tiempo hacia el siglo XIX por lo menos . Los medios de comunicación y de transporte se desplazaban dificultosa y lentamente. Por lo tanto, en muchos aspectos la comunicación a mediana y larga distancia llevaba mucho más tiempo comparándolo con nuestros días.
Por ejemplo, una persona que hiciese un viaje de largas distancias, podría tener tiempo mientras escribía una carta, para construir, elaborar, descartar y rehacer sus pensamientos y formas en que los volcaba en el papel (o en el soporte físico que tuvieran a mano por esos tiempos). Y mientras el emisor esperaba la respuesta del receptor tendría probablemente tiempo para analizar acerca de lo que él mismo había comunicado. Tanto el emisor como el receptor contaban con ese factor de retardo.
La transmisión instantánea mediante el teléfono celular, el correo electrónico, la mensajería instantánea, y las redes sociales han aminorado ese factor.
Esto puede parecer en principio una obviedad, pero a veces lo evidente es lo primero que se pasa por alto. Sin embargo, omitirlo sería un error en cualquier discusión acerca de Facebook.
No es el asunto, tal vez, determinar si Facebook (se puede aplicar algo similar a Twitter4) es una herramienta “éticamente aceptable” o no. Quiero decir: no es preguntarse: ¿Está bien usar Facebook? sino la pregunta tal vez, que se deberíamos hacer es ¿Para qué es útil Facebook?
Este sitio web creado por Mark Zuckerberg ejerce una atracción notable, uno se sienta enfrente del teclado y ¡paf! vuelca todo eso tan importante se tiene que comunicar a su lista de amigos.
No se trata de menospreciar la masividad de Internet. De permitir que grandes fuentes de conocimiento sean accesible a todos. Por supuesto que no. De hecho estimo, mal que le pese a cierta clase sacerdotal del academicismo, que sitios como Wikipedia proporcionan una fuente de información de gran valor para el lego publicada bajo un sistema participativo5 y una licencia realmente democrática6.
Tampoco la cuestión está por analizar si el ser humano era en el pasado mejor moral y espiritualmente que el de la actualidad.
De lo contrario, se caen en las posturas reduccionistas de quienes esgrimen “que todo tiempo pasado fue mejor” , (y por ende no hay nada mejor y noble que la carta en papel) y entre aquellos que aceptan sin ningún sentido crítico todas las “herramientas” nuevas, no sea que los tilden de obscurantistas.
El problema tal vez sea que si uno se adapta a la herramienta como lo hace un líquido a su recipiente, pasa a ser un objeto utilizado por aquella, lo cual debería ser al revés.
Reducir el tiempo de retardo en la comunicación es en muchos escenarios beneficioso. Por ejemplo, se puede transferir un archivo de un punto al otro del planeta, con un tiempo de espera ínfimo. En muchos casos, la gran caída del factor de retardo puede salvar una vida.
Yendo a casos menos extremos, herramientas como Facebook permiten anunciar eventos culturales, sociales, noticias que los medios tradicionales ocultan o deforman etc. con cero costo e inmediata llegada. ¿Quién se podría oponer a eso? Solamente aquellos que consideren que o bien todo tiempo fue mejor o desestimen el uso de las nuevas maneras en que se muestra la tecnología o quienes tengan interés en conservar algún tipo de poder.
Pero Facebook asimismo (o cualquier red social de internet), elimina durante un debate el contacto cara a cara, poder ver los ojos y escuchar la voz y el tono del otro. Es así que muchas veces se le confiere más importancia al mensaje que al receptor del mismo. Me pregunto una vez más si eso ayuda a mejorar el desarrollo de una polémica por interesante que fuere.
No obstante, no olvidamos la discusión medular aquí (aunque el punto anterior es de gran importancia), por lo tanto los interrogantes cardinales son:
- Cuando se quiere comunicar algo que tiene cierta profundidad: ¿Es beneficioso prescindir del factor de retardo?
- ¿Es el factor de retardo un estorbo que la tecnología viene a eliminar mejorando el intercambio de opiniones? O bien, ¿Internet ha influido tan directa y provechosamente en nuestra capacidad intelectual – es decir las nuevas tecnologías no han salpicado de virtudes intelectuales que nuestros antepasados no tenían – que no vale la pena detenerse a evaluar lo que se quiere comunicar?
- ¿Merece el mismo tiempo de respuesta, el comentario sobre un chiste, sobre la foto sacada con un amigo de la escuela primaria, hacer catarsis sobre alguna cuestión emocional, que la discusión de algún tema político, científico, teológico o filosófico?
La respuesta a tales preguntas tal vez nos ayude a determinar cuál es el real valor de Facebook y otras redes sociales similares.
1Linux Magazine Nº 125, pág. 87
2Jon “Maddog” Hall es miembro del directorio de varias empresas y organizaciones de tecnología.
3Linux International es una organización sin fines de lucro promueve el software libre.
4Twitter agrega un elemento en la comunicación: se trata de la cantidad máxima de caracteres permitidos en cada mensaje. La brevedad puede ser una gran virtud. Pero ¿puede cualquier reflexión reducirse a 140 caracteres?
5Puede leerse más al respecto aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Consenso
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