1. En el principio el hombre vio cuan bueno es Dios y todo lo que él había hecho por él. Y dijo el hombre: “Hagamos algo que nos haga merecedores del amor de Dios”. Que solamente puedan llegar a Dios, los valientes y entendidos. Y creó el hombre un sistema religioso. Y el hombre se sintió digno.
  2. Al segundo día el Hombre dijo: “Hagamos una estructura firme sobre la cual basar nuestra vida”. Y el hombre convirtió la palabra de Dios en algo estático y taxativo. Y el hombre se sintió seguro.
  3. Al tercer día dijo el hombre: “Con lo que hicimos, vemos que la vida ahora es muy compleja. Creemos una realidad paralela que nos refugie” y creó el hombre las instituciones religiosas. Y vio el hombre que podía evadirse de la realidad. Y que ahora había un adentro y un afuera. Un nosotros y un ellos.
  4. Llegó el cuarto día y el hombre dijo: “Depositemos el poder en personas más valerosas y sabias que nosotros: Y vio el hombre que podía delegar su capacidad de pensar y decidir en aquellas personas, y que de ellas dependía su felicidad y su desventura.
  5. Y llegó el quinto día y dijo el hombre: “Reemplacemos el amor, la compasión y el humor, y pongamos en su lugar el culto al trabajo, la disciplina y el orden”. Y encontró el hombre una manera de justificar la opresión y la injusticia.
  6. Y al sexto día el hombre dijo: “Solamente podemos ser felices si intermedia el Dinero entre nosotros y Dios, y entre cada ser humano”. Y puso el hombre a cada cosa y cada ser su precio. Y también a Dios. Y vio al final de ese día el hombre que era mucha la violencia en la tierra. Y era grande su angustia y su vacío. Pero aun así, se sentía fuerte.
  7. Al séptimo día vio Dios que el hombre estaba sumido en la miseria y en la tristeza, y lo llamó, con amor de Padre y con amor de Madre, y con amistad de amigo verdadero. Y descansó el hombre junto a Dios de todas sus obras.

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